El entorno de la cabaña en medio del bosque fue una experiencia maravillosa. La cabaña es bonita y acogedora; sin embargo, no tiene calefacción, solo chimenea, y pasamos frío. El baño fue la parte que no me gustó: era demasiado estrecho, no cuenta con secadora y la limpieza y presentación dejaron mucho que desear.
También deseo enfatizar que el hotel es poco accesible a pie para gente mayor, aunque tenga buena condición física ya que está en lo alto de una colina y es difícil caminar al centro del pueblo. Las cabañas también son de muy difícil acceso ya que la mayoría se encuentran alejadas y debes bajar y subir colinas, a menos que te toque una cerca de la entrada.
Otra cosa que ví con tristeza, aunque independiente del hotel, es el ruido y el escándalo tremendo que generan las cuatrimotos que toman por asalto las calles y la vida tranquila que yo recordaba de este hermoso pueblo. No se vale que se hayan apoderado de él.