Muy mal que al hacer la reserva ponga que se paga al terminar la estancia y la recepcionista, al llegar, te ponga el datáfono en la cara para pagar antes de darte la llave. Además, de que sólo hablaba italiano e inglés, el inglés que hablaba, no sé le entendía nada. Tienen muy mala accesibilidad desde el parking gratuito al hotel, por una escalera de caracol, como para subir y bajar las maletas, y cuando le dices que te habrá la barrera del parking de pago, para descargar y cargar las maletas, te pone cara de vinagre...
Desde el amanecer entraba demasiada luz por la ventana porque l cortina no oscurecía nada