El hotel realmente está hermoso, super limpio, las sábanas y toallas con olor super a limpio. Había jacuzzi y fue una sorpresa genial, super fuerte la presión del agua que complementó mi viaje de relajación. También tiene restaurante y el domingo es bufet, delicioso todo, la fruta fresca, los jugos recién hechos, los chilaquiles estuvieron fantásticos y el pan de dulce, a muy buen precio. Hay un restaurante a una cuadra del hotel que se llama Camino a Bremen, es de pastas y está delicioso y caminando llegas al centro, Cuenta con estacionamiento. El mejor hotel en el que me he hospedado en Tequisquiapan.